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Un blog ecológico lleno de recetas, consejos y curiosidades
para empezar a pintar la vida en verde

lunes, 18 de marzo de 2013

Receta: Espaguetis con albóndigas crujientes de espinaca



Como lo prometido es deuda, aquí va la primera receta para esos lunes sin carne. Es una receta muy sencillita, así que os va a salir bien a la primera y sin que os lleve mucho tiempo.

Espaguetis con albóndigas crujientes de espinaca
(para aproximadamente 6 personas)

Ingredientes para la pasta:
500 g de espaguetis (ya sabéis, mejor integrales)
8 cucharadas de aceite de oliva
4 dientes de ajo
2 calabacines
1 trozo de queso parmesano
sal
pimienta

Ingredientes para las albóndigas:
450 g de espinacas (descongeladas)
1 rulo de queso de cabra
70 g de pan tostado (mejor integral)
1 diente de ajo
1 huevo
1 pizca de nuez moscada
sal
pimienta
aceite para freír

Empezaremos con las albóndigas:
Pon el pan tostado en remojo durante unos 3 minutos (tiene que seguir crujiente). Escurre bien el agua de las espinacas cuando se hayan descongelado completamente y ponlas en un bol grande. Pela el rulo de queso e incorpóralo al bol con las espinacas. Añade el pan tostado, el diente de ajo bien picadito, el huevo, la pizca de nuez moscada y un poco de sal y pimienta. Mezcla bien todos los ingredientes con las manos hasta crear una masa lo más homogénea posible.

Después, mójate las manos con un poco de agua y coge una cucharada grande de la masa. Forma con ella una pelotita. Repite la operación hasta que se acabe la masa.

Cuando hayas dado forma a todas las albóndigas, fríelas en una sartén con aceite hasta que estén bien doradas.

Para terminar, vamos a hacer la pasta:
Cuece los espaguetis al dente en una olla de agua con sal. Mientras tanto, calienta el aceite en una sartén. Ralla los calabacines, pica los dientes de ajo e incorpóralo todo a la sartén. Rehoga todo durante unos 3 minutos o hasta que el calabacín esté hecho. Una vez escurrida, añade la pasta a la sartén y salpimienta al gusto. Por último, espolvorea con el parmesano rallado. También puedes añadir salsa de tomate a los espaguetis antes de espolvorear con el queso. Yo uso el tomate frito Hida (que tienen en el Mercadona y en muchos otros sitios), que es bastante natural porque tiene solo 4 ingredientes, todos ellos conocidos y pronunciables :).

 

Inspirada en la receta:











martes, 12 de marzo de 2013

¡Lunes sin carne! ¿Te apuntas?

Hoy vuelvo a la carga con una propuesta del movimiento "Meatless Monday" (lunes sin carne) que me parece de lo más interesante. Resumiendo, este movimiento surgió en el 2003 a partir de una campaña de concienciación que se realizó en EE. UU., y desde entonces se han unido a este programa más de 23 países (entre los cuales no está España :/). La propuesta de este movimiento es bien sencilla: suprimir la carne de la dieta un día a la semana.



¿Por qué?
Por los múltiples beneficios que tiene tanto para tu salud como para el medio ambiente:

Beneficios para la salud -> mejora tu dieta y reduce el riesgo de cáncer, enfermedades del corazón, diabetes, obesidad y, además, aumenta tu esperanza de vida. Respecto a este último punto, hace como una semana se publicaron en casi todos los periódicos nacionales los resultados de un estudio que se ha llevado a cabo en Europa durante 10 años y que relaciona el consumo de embutidos y carnes rojas con la muerte prematura (podéis encontrar abajo los enlaces a estos artículos).

Beneficios para el medio ambiente -> el sector cárnico es uno de los más contaminantes, produce una quinta parte de los gases que provocan el efecto invernadero; además, su consumo de agua y de combustibles fósiles es muy elevado. Teniendo en cuenta que la demanda anual de carne a nivel mundial sigue en aumento, tan solo con evitar la ingesta de carne un día a la semana contribuiremos a reducir el impacto ambiental de este sector.

Por todas estas razones, os animo a que os unáis a los lunes sin carne (quien dice lunes, dice martes o miércoles), que es una buena forma de empezar la semana con buenos propósitos y de darle un respiro al cuerpo después de los excesos del fin de semana.

Para ayudaros con este propósito, todos los lunes publicaré una receta vegetariana; pero, como recordatorio para los que se imaginen lunes de coliflor y judías verdes, la tortilla de patata o el arroz a la cubana son platos sin carne que no te van a dejar con hambre.

Os dejo hoy con una idea para ensalada sencilla y rápida: arroz hervido (mejor integral) con aguacate, maíz, huevo cocido y cebollita picada. Alíñala con limón, sal y aceite de oliva virgen y ¡lista para tu lunes sin carne!

Enlaces:
http://www.meatlessmonday.com

Artículos relacionados:





domingo, 10 de marzo de 2013

Cuanto más sencillo, más sano

Parece obvio que a nadie se le ocurriría echarle gasolina a su coche diésel, a no ser que quisiera cargarse el motor. Sin embargo, no tenemos reparo ninguno a la hora de echarle a nuestro cuerpo cualquier sustancia, bebida o alimento que pillemos sin ni siquiera pararnos a pensar de qué está hecho o las consecuencias que puede tener para el buen funcionamiento de nuestro organismo (aunque sean a largo plazo).

Generalmente vamos al supermercado con el tiempo justo y vamos metiendo rápidamente en el carro los productos que ya conocemos sin mucho interés. Pero... ¿alguna vez has mirado qué ingredientes llevan o de dónde proceden?

Es hora de cambiar los hábitos alimenticios antes de tener que lamentarlo, ya que "el que no encuentra tiempo para comer sano, tendrá que encontrarlo para estar enfermo". Solo debes empezar a tener en cuenta algunas cosas básicas:

Lee los ingredientes antes de comprar cualquier producto. La mayoría de la gente solo mira las etiquetas para consultar el contenido calórico, pero hay muchas otras cosas más peligrosas para la salud que la cantidad de calorías o de grasas. Si lo que vas a comprar tiene azúcar o harina refinados, más de cinco ingredientes o muchos ingredientes desconocidos e impronunciables, deberías reconsiderar si de verdad quieres comprar ese producto. Por sentido común: si no sabes pronunciarlo, no te lo comas.


Sustituye esos productos procesados con ingredientes extraños por alimentos sanos y frescos, como las frutas y las verduras. Esto parece de lo más obvio y lo habréis oído cien mil veces, pero merece la pena repetirlo y además te ahorras pensar en las calorías o las grasas.


Cambia el pan blanco de harina refinada por pan integral. Pero ojo con el pan integral (sobre todo de molde) que se vende en los supermercados: si te fijas en los ingredientes verás más de 15 y algunos impronunciables. Vuelve a comprar el pan en la panadería del barrio. No solo ayudarás a los comercios locales, sino que además tu salud te lo agradecerá.

Empieza a consumir arroz, pasta y cereales integrales en lugar de los refinados. Asegúrate de leer bien los ingredientes de los productos integrales porque muchos de los que dicen serlo mezclan harinas integrales con refinadas.

Evita los productos procesados que contengan jarabe de maíz o sirope de glucosa entre los primeros ingredientes. Según algunos estudios, esos ingredientes no son peores que el azúcar refinado, pero son un indicativo de que es un producto muy procesado con escaso valor nutritivo.

 Aléjate de la comida basura de los restaurantes de comida rápida y empieza a hacértela en casa. Puedes hacerte una hamburguesa con carne de ternera 100% o nuggets de pollo caseros muy ricos y sin ingredientes raros o perjudiciales.

Empieza a comprar los alimentos frescos en mercadillos locales. De ese modo te aseguras el consumo de productos de temporada (que generalmente es cuando son más nutritivos) y, además, colaboras con el medio ambiente porque no es necesario transportar los alimentos cientos de kilómetros desde el campo hasta tu mesa. Y si puedes comprarlos ecológicos, todavía mejor, pero eso lo dejamos para otro día.
 

En resumen: compra tus alimentos con conocimiento y de forma responsable y cocínalos con cariño... o acabaremos comiendo gato por libre o caballo por ternera... 





Fuentes:

https://www.facebook.com/Foodinc
http://www.takepart.com